Querido Luis Alfonso:
Te agradezco mucho por
tus "mails" y especialmente por el último referente
a la reunión de los compañeros, con la presencia del
"chapa" (perdón) Padre Escobar.
Ya son practicamente
unos 12 años que dejé de asistir a las reuniones de
ex-compañeros (muy a mi pesar), por la misma razón
que tengo para no asistir el día de hoy:
Tengo para todos ustedes
los mejores sentimientos y guardo en mi corazón los
recuerdos mas gratos de nuestro paso por el colegio;
creo con toda seguridad que esa época de mi vida fué
especialmente rica en experiencias y muy nutritiva
para mi alma con lo mucho que aprendí de cada uno de
mis queridos compañeros.
Desde hace
aproximadamente unos quince años se activó un
problema que lo había tenido latente, y ahoro sufro
de "distrofia macular congénita" (vaya nombrecito
para complicado), que en resímen ha provocado que no
pueda ver ningún detalle, lo cual incluye mucha
dificultad para escribir, para leer, para reconocer
los rostros de los amigos, etc.
Si añades que jamás fuí
buen fisonomista, ya puedes imaginar lo duro que es
para mi saber que algun amigo o pariente me reclame
porque me he hecho el "estirado" y no he contestado
el saludo en la calle o cuando en una reunión les he
dicho "mucho gusto". Realmente me siento muy mal
haciendo ese papelón.
Mi problema no es llegar
a la reunión, mi problema es tener la tristeza de no
reconocer a las personas que quiero y recuerdo
mucho.
No quiero, ni por un
momento, que pienses que mi vida es un costal de
amargura, no, no; al contrario agradezco a mi Señor
que, junto con la dolencia, me dió innumerables
recursos para seguir mi vida en una forma optimista,
con altivez y calidad: tengo primero una esposa que
realmente es un angel del Señor, tengo muchas ayudas
visuales que me permiten leer y escribir e incluso
seguir con mi trabajo haciendo programas para
computadora (en mi propia casa).
Creo, sin temor a
equivocarme, que el saber aceptar una realidad y
afrontarla lo mejor posible es una mas de las
bendiciones que recibo dia a día de mi Dios.
Quisiera por tu
intermedio enviar un saludo muy cariñoso a todos y
cada uno de mis queridos compañeros y amigos,
pedirles las discuñpas por no poder disfrutar de su
compañía, y desearles que se diviertan mucho,
contando buenos "cachos", recordando episodios del
colegio, etc, etc.
Sería bueno preguntarle
al "chapita" si ha regresado a la galeróa del teatro
Capitol, donde un día memorable ,
con linterna en mano, retiró de ese teatro a unos "buenos
muchachos" que con todo derecho decidieron tomarse
una tarde libre para curar la "injusticia" de haber
dado vacación al otro paralelo porque dizque eran
mejores estudiantes que nosotros; lo que no sabía el
"chapita" es que nosotros, aparte de excelentes
estudiantes, eramos "investigadores" de la realidad
social y necesitábamos ver con nuestros propios ojos
cómo acrúa la gente del pueblo en la galería de un
teatro popular. Creo que merecíamos un premio
especial.
Ya en el plano serio
estoy seguro que todos apreciamos y agradecemos a
nustros maestros que inculcaron tantos y tantos
buenos principios que han sido la base para nuestras
vidas. Gracias al Padre Escobar por su contribución
para ser un hombre de bien.
Temo oñvidarme de algún
nombre y poe eso te pido agradezcas a todos por sus
email y mensajes tan especiales, por su entereza
para acompañar a la última morada a los compañeros
que ahora estarán gozando de las delicias del
Creador, por el entusiasmo para preparar las
reuniones, y en general por el coraje de enfrentar
la vida con entereza y alegría.
Mol disculpas si se me
ha escapado una letra inadecuada.
Gracias, chao, y que se
diviertan-
René Merino K.