Volando a 10 mil metros sobre el nivel del mar
y a una velocidad cercana a los 700 kilómetros a la hora el
Boeing 707 de la compañía Air France, rumbo a Europa, un recién
egresado del Colegio SAN GABRIEL formaba parte del pasaje. Era
el 30 de septiembre del año MCMLXI, la cifra en números romanos
es para resaltar la antigüedad del relato que se pone en
consideración.
El recién egresado iba a cumplir su vocación,
siempre supo que sería médico si nos atenemos a la invariable
respuesta que desde tierna infancia daba a sus familiares más
cercanos generalmente tías ¿y que va a ser el Carlitos,
cuándo sea grande? Médico, ya sabe tía, MEDICO…beso
cariñoso en la mejilla y un tirón suave de la oreja…así que eso
estaba claro, pero ¿por qué ir a España? ¿Y por qué a Pamplona
concretamente? Si de esa ciudad sus recuerdos solo era de la
ciudad en cuya defensa de los franceses, cayó muy mal herido
IÑIGO DE LOYOLA quien en su larga convalecencia y leyendo libros
de la vida de los santos y los evangelios dio un cambio a su
antigua vida de soldado, cuando abandonó el lecho de enfermo ya
era IGNACIO DE LOYOLA y su posterior encuentro con Francisco
Javier a quien le exhorta que cambie de vida y que preste más
atención a la salvación de su alma, eso nos repetían en los
Ejercicios Espirituales como se recordará y todos los
estudiantes en posición genuflexa pedíamos confesión general.
El verano del ’61 un amigo del Opus Dei le habla
de que dicha orden había fundado una Universidad hacía 6 años y
le animaba a formar parte de dicha experiencia. Le gustó la
idea, y con los informes previos recibidos con toda la ilusión
emprendía un viaje que sería de ida y vuelta pero el hombre
propone y Dios dispone. Quede como anécdota del viaje, que al
siguiente día ya en Madrid, el taxi que llevaba al pasajero al
Colegio Mayor de la Moncloa, estaba situado en la Plaza
Presidente García Moreno, pero lo curioso del caso, es que la
calle que desembocaba en dicha plaza, y por la que circulaba el
taxi era la de Juan Montalvo.
Seis años más tarde se terminan los estudios
universitarios no entremos en detalle por no aburrir al
personal. Pero el expediente es de los mejores, en 4º curso la
Pediatría llena su vocación como especialidad y ya médico
egresado se dirige a Madrid para en el Hospital Clínico de La
CRUZ ROJA adscrito a la Universidad de Madrid, cuatro años más
tarde recibir el título de Especialista en Pediatría y
Puericultura.
Con su esposa Elviry y sus tres hijos cree que
es el momento de regresar a Ecuador para ofrecer sus servicios y
lo que ha aprendido estos años. Otra vez con la misma ilusión de
la ida ahora en el regreso aumentada, llega a su ciudad a Quito,
ciudad en la que nació el 26 de diciembre del año MCMXLII en la
calle Manuel Larrea y fue bautizado en la Iglesia del Belén, la
primera de la ciudad como se recordará.
No sabía que la burocracia ¿académica? Le iba a
poner todas las trabas y obstáculos para poder legalizar sus
títulos y realizar sus sueños. Era la época en que los chilenos
huyendo del paraíso de Allende, llegaban a Quito el jueves y el
viernes ya estaban trabajando. Luego de casi un año de lucha
absurda, el secretario dice…Pero si el Doctor ha sido
especialista, no tenía que haber hecho los exámenes y los grados
que ha realizado y tenía toda la documentación delante
de sus narices desde el primer día.
En esa lucha desigual mi esposa empezó a mostrar
signos más que evidentes que la realidad ecuatoriana no era la
que se le había pintado cuando dimos el paso de regresar, YO
AQUÍ NO ME QUEDO me dijo y cuando una española dice eso es como
cuando besa, lo dice de verdad. Año del Señor de MCMLXXIII
No quedaba más remedio para la estabilidad
conyugal que como Cortés pero a la inversa, quemar las naves y
retornar a la península Ibérica,. Se nos dice en los esponsales
que por formar un nuevo hogar, a los padres y a tus hermanos
abandonarás, ahora había que decir adiós a la LLACTA
también de yapa. No sabía que con ello marcaba
el camino a los miles de compatriotas que por culpa de un mal
gobierno y un feriado bancario les obligó a emigrar. La añoranza
del país intentaba remediar con cachullapis y sanjuanitos, pero
pronto se dio cuenta, que no era una buena medicina. Internet y
el correo electrónico si fue una ayuda efectiva. No divaguemos
más y sigamos con el relato. Un mes más tarde ya tenía trabajo
y desde entonces como Pediatra- Puericultor a tiempo completo
ejerce su profesión. En su consulta particular y en un Centro de
Salud de la Seguridad Social. Es profesor clínico asociado de
la Universidad de Navarra además y se encarga de dar enseñanza a
los alumnos de 6º curso y a los MIR (Médicos Internos
y Residentes) en su turno rotatorio de Pediatría
Extrahospitalaria.
La atención a los niños ecuatorianos en lugar de
hacerlo en la Avenida 10 de Agosto y Patria de Quito, lo hace
ahora en Pamplona….es la comunidad mas numerosa en Navarra quien
lo iba a pensar en los tiempos de estudiante, cuando los
ecuatorianos en las diferentes universidades españolas, no
pasaríamos de cien.
Para terminar, solo resta presentar a la
familia, el hijo mayor del mismo nombre Carlos, es médico
forense, el 2ª Xavier es Arquitecto y desde hace un año es el
Arquitecto de la Diócesis de Navarra, a su cargo todo el
patrimonio que la Iglesia del antiguo Reino dispone, sean
antiguas ermitas, basílicas y catedrales de siglos pretéritos
como las modernas parroquias. Ana Mónica es psicopedagoga y por
último Josetxo el último de los hijos es Ingeniero Agrónomo.
Todos ellos nos han alegrado con sus respectivos hijos e hijas
hasta un total de ONCE nietos. Pienso que la siembra ha sido
fructífera.
to be continued... |