Carlos Cherrez Muirragui

Pamplona, 9 de Enero, 2011

 

Volando a 10 mil metros sobre el nivel del mar y  a una velocidad  cercana a los 700 kilómetros a la hora el Boeing 707 de la compañía Air France, rumbo a Europa, un recién egresado del Colegio SAN GABRIEL formaba parte del pasaje. Era el 30 de septiembre del año MCMLXI, la cifra en números romanos es para resaltar la antigüedad del relato que se pone en consideración.

El recién egresado iba a cumplir su vocación, siempre supo que sería médico si nos atenemos a la invariable respuesta que desde tierna infancia  daba a sus familiares más cercanos generalmente tías ¿y que va a ser el Carlitos, cuándo sea grande? Médico, ya sabe tía, MEDICO…beso cariñoso en la mejilla y un tirón suave de la oreja…así que eso estaba claro, pero ¿por qué ir a España?  ¿Y por qué a Pamplona concretamente? Si de esa ciudad sus recuerdos solo era de la ciudad en cuya defensa de los franceses, cayó muy mal herido IÑIGO DE LOYOLA quien en su larga convalecencia y leyendo libros de la vida de los santos y los  evangelios dio un cambio a su antigua vida de soldado, cuando abandonó el lecho de enfermo ya era IGNACIO DE LOYOLA y  su posterior encuentro con Francisco Javier a quien le exhorta que cambie de vida y que preste más atención a la salvación de su alma, eso nos repetían en los Ejercicios Espirituales como se recordará y todos los estudiantes en posición genuflexa pedíamos confesión general.

El verano del ’61 un amigo del Opus Dei le habla de que dicha orden había fundado una Universidad hacía 6 años y le animaba a formar parte de dicha experiencia. Le  gustó la idea,  y con los informes previos recibidos con toda la ilusión emprendía un viaje que sería de ida y vuelta pero el hombre propone y Dios dispone. Quede como anécdota del viaje, que al siguiente día ya en Madrid, el taxi que llevaba al pasajero al Colegio Mayor de la Moncloa, estaba situado en la Plaza Presidente García Moreno, pero lo curioso del caso, es que la calle que desembocaba en dicha plaza, y por la que circulaba el taxi era la de Juan Montalvo.

Seis años más tarde se terminan los estudios universitarios no entremos en detalle por no aburrir al personal. Pero el expediente es de los mejores, en 4º curso la Pediatría llena su vocación como especialidad y ya médico egresado se dirige a Madrid para en el Hospital Clínico de La CRUZ ROJA adscrito a la Universidad de Madrid, cuatro años más tarde recibir el título de Especialista en Pediatría y Puericultura.

Con su esposa Elviry y sus tres hijos cree que es el momento de regresar a Ecuador para ofrecer sus servicios y lo que ha aprendido estos años. Otra vez con la misma ilusión de la ida ahora en el regreso aumentada, llega a su ciudad a Quito, ciudad en la que nació el 26 de diciembre del año MCMXLII en la calle Manuel Larrea y fue bautizado en la Iglesia del Belén, la primera de la ciudad  como se recordará.

No sabía que la burocracia ¿académica? Le iba a poner todas las trabas y obstáculos para poder legalizar sus títulos y realizar sus sueños. Era la época en que los chilenos huyendo del paraíso de Allende, llegaban a Quito el jueves y el viernes ya estaban  trabajando.  Luego de casi un año de lucha absurda, el secretario dice…Pero si el Doctor ha sido especialista, no tenía que haber hecho los exámenes y los grados que ha realizado y tenía toda la documentación delante de sus narices desde el primer día.

En esa lucha desigual mi esposa empezó a mostrar signos más que evidentes que  la realidad ecuatoriana no era la que se le había pintado cuando dimos el paso de regresar, YO AQUÍ NO ME QUEDO me dijo  y cuando una española dice eso es como cuando besa, lo dice de verdad. Año del Señor de MCMLXXIII

No quedaba más remedio para la estabilidad conyugal que como Cortés pero a la inversa, quemar las naves y retornar a la península Ibérica,. Se nos dice en los esponsales que por formar un nuevo hogar, a los padres y a tus hermanos abandonarás, ahora había que decir adiós a la LLACTA también de  yapa.  No sabía que con ello marcaba el camino a los miles de compatriotas que por culpa de un mal gobierno y un feriado bancario les obligó a emigrar. La añoranza del país intentaba remediar con cachullapis y sanjuanitos, pero pronto se dio cuenta, que no era una buena medicina. Internet y el correo electrónico si fue una ayuda efectiva. No divaguemos más y sigamos con el relato.  Un mes más tarde ya tenía trabajo y desde entonces como Pediatra- Puericultor a tiempo completo ejerce su profesión. En su consulta particular y en un Centro de Salud de la Seguridad Social. Es profesor clínico asociado  de la Universidad de Navarra además y se encarga de dar enseñanza a los alumnos de 6º curso y a los MIR (Médicos Internos y Residentes) en su turno rotatorio de Pediatría Extrahospitalaria.

La atención a los niños ecuatorianos en lugar de hacerlo en la Avenida 10 de Agosto y Patria de Quito, lo hace ahora en Pamplona….es la comunidad mas numerosa en Navarra quien lo iba a pensar en los tiempos de estudiante, cuando los ecuatorianos en las diferentes universidades españolas, no pasaríamos de cien.

Para terminar, solo resta  presentar a la familia, el hijo mayor del mismo nombre Carlos, es médico forense, el 2ª Xavier es Arquitecto y desde hace un año es el Arquitecto de la Diócesis de Navarra, a su cargo todo el patrimonio que la Iglesia del antiguo Reino dispone, sean antiguas ermitas, basílicas y catedrales de siglos pretéritos como las modernas parroquias. Ana Mónica es psicopedagoga y por último Josetxo el último de los hijos es Ingeniero Agrónomo. Todos ellos nos han alegrado con sus respectivos hijos e hijas hasta un total de ONCE nietos. Pienso que la siembra ha sido fructífera.

to be continued...


Con toda la familia.


Con los nietos.