Tuve la oportunidad de educarme en
el Colegio Eugenio Espejo durante dos años, allí conocí entre
otros queridos amigos a José Miguel Alvear. Por una delegación
diplomática acompañé a mi padre a Buenos Aires, Argentina. Al
regresar al Ecuador entré al colegio Normal Católico en donde
tuve la suerte de ser compañero, entre otros de Patricio
Quevedo y Alfonso Dávila. Muchos se me burlaron por llevar
pantalón corto, que era la moda en Argentina, y ahí no se
usaban blue jeans.
Luego tuve la suerte de asistir
al antiguo colegio San Gabriel en la calle Benalcazar. Un año
después nos trasladamos al nuevo colegio San Gabriel.
Que hermoso recuerdo. Al final del sexto año nos hicieron hacer
la conscripción militar los días sábados. Compartíamos ese
día con los sargentos militares que nos daban su instrucción.
Otra de las anécdotas que me
acuerdo fue una vez que tuvimos un encontronazo con la Academia
Militar Ecuador, frente al estadio en la Av. Naciones Unidas, a
raíz de un juego anterior de basquet ball, veníamos en el bus
del colegio y ahí nuestro brigadier dijo los chiquitos a rezar
a la Dolorosita y los más grandes a darnos de trompones con los
de la Academia. A mí me sacaron de la última banca del bus.
Creo que no pasó nada, pero me tuve que bajar por mi estatura,
a pesar de estar en el tercer curso. Desde aquel entonces se me
consideró como el mejor trompón del San Gabriel.
Luego con Miguel Pinto y Jaime González Artigas,
coincidentemente, nos fuimos para Alemania, a estudiar y gozar
de la vida europea.
En Munich en donde llegué a
estudiar, la vida no era tan bonita y añoraba Quito y a mis
compañeros del Colegio. Conocí a mi esposa Hildegard Fuhrmann
en la Universidad y en el año 1968 nos casamos en México D.F.
porque ella es mexicana. En 1970 nació mi primer hijo Arturo
Andrés y luego en 1975 nació mi hija Margarita.
Volví muy a menudo al Ecuador y
gracias a Dios me encontraba con mi amigo del alma y compadre
querido Luchito Alemán. Siempre tuve la oportunidad de
compartir momentos agradables con mi amigo José Miguel Alvear.
En la Universidad de Munich,
Alemania me gradué como Diplom Ing. en Electrónica y luego me
relacioné con la empresa Siemens. Volví al Ecuador y después
de algunos años ocupé el puesto de gerente general de la
Siemens Ecuador.
Hace 4 años me jubilé en la
empresa y luego me conecté con el servicio público para hacer
la conscripción cívica ocupando la posición de subsecretario
del Ministerio del Ambiente.
Un grato recuerdo es cuando
algunos años a mi regreso de Alemania me encontré a mi querido
compañero y amigo Jaime Redin al frente de una empresa de mis
amigos Dr. Alberto Littuma, Sixto Durán Ballén y Ramón
Eduardo Burneo.
Hoy por hoy estoy gozando de la
oportunidad de estar libre de ocupaciones. Viajo a menudo a
Alemania, México y sobre todo gozando de la felicidad de vivir
en nuestro Ecuador.
Me siento muy feliz de compartir
con mi esposa y mis hijos, en el Ecuador, México y Alemania, de
la felicidad de haberme realizado en el campo profesional y
particular. A veces pienso que podría ejecutar muchas
actividades, pues la vida no creo que se acaba a los 60 años y
aclaro que todavía no soy abuelo.
Estoy seguro que me olvido de muchos parajes de mi vida, pero
quiero cumplir con mi querido amigo Jaime Redin y no dejar pasar
más tiempo sin responder a sus queridas y admirables
solicitudes.
Arturo Banderas Garzón
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