El despliegue dado por el diario HOY el martes a la noticia de la
presentación de la biografía “Fernando Ortiz, defensor de la naturaleza
(Vida y aventuras de un científico ecuatoriano)” fue muy generoso, por
lo que estoy muy agradecido, pero yo diría que era un homenaje merecido
por la figura del biografiado, que fue editorialista de este diario por
casi 20 años y una figura cimera de la ciencia ecuatoriana del siglo XX.
La aparición del libro ha despertado simpatía, y se lo ha mencionado en
radios y medios de comunicación y hoy mismo el diario El Comercio
también le dedicará un espacio.
El acto de lanzamiento fue sobrio pero muy emotivo. Asistieron unas 200
personas y la rotonda del pabellón central del Jardín Botánico se llenó
de recuerdos pero también de proyectos. El principal de ellos, el
compromiso para la defensa de los recursos naturales del Ecuador,
leit-motiv de la vida de Fernando.
Habrá quien se pregunte si es legítimo que un columnista recurra al
espacio que le proporciona un diario, y donde debe tratar temas de
interés general, con algo tan particular como un libro escrito por él.
He de decir, para evitar toda suspicacia, que no tengo el menor interés
económico en el tema: doné mi trabajo; el biólogo Mario García apoyó,
también de manera gratuita, con la concepción de la edición y la
redacción de la mayoría de los recuadros científicos que, en los
márgenes del libro, van apuntalando con notas sobre la fauna y flora del
Ecuador la lectura de los capítulos y las fundaciones Ecofondo y Nahuel
financiaron las ilustraciones, la diagramación y la impresión. Incluso
el objetivo de la edición no es comercial: se van a regalar los libros a
estudiantes de bachillerato para que aprendan cómo se hace un científico
y se comprometan con la preservación de la naturaleza ecuatoriana, y lo
que está a la venta en Rayuela es precisamente para apoyar esa difusión
gratuita.
Pero ya en esto nos hemos encontrado con algunas novedades: los colegios
públicos están prohibidos por el Ministerio de Educación de participar
en cualquier actividad ajena a las clases, porque se preparan para una
prueba internacional. Otros colegios particulares no encuentran qué
hacer con el libro, pues no saben si tratarlo en ciencias o en
literatura. Donde sí hay un gran interés es en los colegios que tienen
Bachillerato Internacional, porque su pedagogía es la integración de
saberes, y siempre están buscando material que les permita hacer el
puente entre una asignatura y otra, como entre las ciencias, el medio
geográfico y la literatura, a las que no consideran compartimentos
estancos.
Menuda tarea la que asume la Fundación Nahuel con el libro, como
herramienta de educación en valores y de defensa de la naturaleza, a
partir de una vida divertida y apasionante. Ya hemos discutido ideas
como las de realizar certámenes, concursos y otras actividades alrededor
del libro. De esta manera, Fernando, que creó la carrera de Biología en
el país y educó, con colegas destacados, a una pléyade de biólogos, a la
par de impulsar iniciativas y entidades abundantes y variadas e incidir
en los poderes públicos para crear políticas de preservación de
Galápagos y otros parques nacionales, seguirá haciendo su labor de
defensor apasionado de la naturaleza ecuatoriana.
Menuda tarea asume la Fundación Nahuel con el libro, como herramienta de
educación en valores y de defensa de la naturaleza.
NB Por este artículo y otras publicaciones Gonzalo Ortiz Crespo está
entre los perseguidos y amenazados del gobierno. Patricio Quevedo fundó
en Zámbiza el colegio "Fernando Ortiz Crespo" que deberíamos visitarlo.
Saludos a todos.
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